jueves, 5 de diciembre de 2013

Nota comunicable sobre la escritura.

La escritura nos fue negada, aun cuando nos fue traída, quiero decir, la escritura de ellos para ser más precisos. Nuestra gente ya escribía, no se limitaba al papel y la pluma, escribía donde tocaba, donde fuera necesario. Escribía por cultura, así mismo como caminaba, así mismo como hablaba y como tejía.

Nos negaron la escritura doblemente, es decir, no nos enseñan a escribir ni leer el castellano, y tampoco nos enseñan nuestra escritura, empezando por que no nos dejan ni pintar, ni crear.

Sin conocer el castellano y sin conocer lo propio, nos imponen el lenguaje ingles, ¿que comunicamos entonces?, nos confunden la comunicación cuando nos confunden el lenguaje.

Seres incomunicados, seres negados, seres de la producción capitalista, con las palabras mudas, con la escritura muerta, seres que transitamos con relaciones mochas e incompletas.

El joven que logro salir de la incomunicación, entrando a la esfera de la universidad, aprende mal (aunque el cree que bien), el castellano elaborado de la academia. Aprendió a escribir y leer para confundir a los y las de su clase social, a los de su pueblo, a los de su origen, le enseñaron a engañar a su gente con la palabra elaborada, entonces el creó una realidad paralela, donde escribe y escribe para revelar la verdad, la verdad científica y comprobable.

La verdad es que ni la verdad es neutral, por mas científica y por mas elaborada, a la vez que la escritura tampoco es neutral, es un arma cargada, mas efectiva que las balas, mas efectiva que ese asunto de la violencia. Pero el culpable no es el joven, el culpable no es el símbolo ni la escritura, el culpable es quien esconde tras su relato, las intenciones de dominar y oprimir al otro para los fines del capitalismo.

Bueno, ni tan culpable, disculpen afloró mi moral católica, ese personaje no es culpable, simplemente es su papel en la historia, para eso lo preparó este mundo en el que vivimos.

El ya definió su papel, ¿y el nuestro?

No es mi intención contestar esa pregunta, sigamos con el tema de la escritura, personalmente creo que no se escribir, pero eso no me a impedido hacerlo, aparte de las malas calificaciones y las burlas por la ortografía, hay que explorar que la escritura es una forma de re-existir.

Existimos incomunicados y negándonos entre nosotros y nosotras por que no nos conocemos, re-existamos comunicándonos para conocernos y sencillamente ser.

Re-existamos en los múltiples lenguajes del universo, leamos muchos libros, agarremos sus autores y autoras y discutamos con ellos y  ellas, contextualícemelos es probable que el mundo para el que escribieron no sea el mismo que el nuestro y no nos podamos entender bien.

Escribamos esas charlas con ellos y ellas, que paso que dijeron, que no dijeron y bueno, escribamos todo. Esto lo hacemos para aprender y dominar la escritura impuesta, la que nos trajeron, la que nos toco.

Es importante y no hay que negar esta escritura, pero para finalizar, existen otras formas para escribir y comunicarnos distintas a las impuestas, se trata de las propias y las nuestras, empecemos por pintar y llenar de colores espacios y lugares despoblados de color, empecemos por escuchar como principio para cantar, la mala voz es un juicio, la buena voz es la honesta. Empecemos por sentir, con la piel y las energías, percibamos el mundo con sus animales y sus plantas, escuchemos las rocas, conspiremos con los arboles y por siempre  seamos agua.
                                                                                                                             LEÓN
Fotografía de la Quinua y el Amaranto sembrado en el Pantano de la Libélula.
Fotografía de la Quinua y el Amaranto sembrado en el Pantano de la Libélula.

La ebriedad ritual.

En esta noche nublada, caminando las calles de vuelta a casa, me fijo en tantos síntomas de nuestra descomposición social, del tallado y la moldura de años y años de esta cultura paraca, traqueta, descompuesta, capitalista pero sobre todo colonizada.

Me fijo en estos síntomas con la objetividad pertinente, pero eso no me quita que me duele en las entrañas la situación que veo. Nuestras gentes vendiendo y comprando chécheres baratos o elaborados, que no benefician a nadie si no al lucro del capital, hasta las 12 de la noche el comercio se mueve y lo del Cesar  pulula. Pero que tan sabia es mi Madre que sin conocer a esos grandes Maestros Marx, Engels, entre otros, maneja la dialéctica con su destreza, pues no  me pidió regalos, ni chécheres, ni detalles solo ordeno, ser un buen hijo, un gran ejemplo para mi familia y la sociedad.
Gentes, muchas gentes embriagadas borrachas, vomitando en las calles sin rumbo por que no lo recuerdan, hermanos matándose entre ellos cobrándose quien sabe que, conductores borrachos, transeúntes borrachos, instituciones escuálidas convencidas del ejercicio del derecho pero siervas infames del capitalismo.

Ebriedad tonta del capitalismo, es nuestra herencia colonial, resultado de las reformas Borbónicas y del tarado Mutis que diosificaron  la higiene, o mejor nos subordinaron con la higiene, nos hicieron normales para la ciudad, para la calle empedrada, para la camisa, para el pelo corto y para las bebidas destiladas y extranjeras.

Nos impusieron la ebriedad capitalista, la ebriedad sin sentido, la ebriedad que potencia las emocionalidades de la tristeza, de la rabia y el dolor engañándonos con la falsa ilusión de la dominación del otro. Dejó de existir la ebriedad ritual, la nuestra, la propia, la ebriedad con sentido y la embriaguez del ser.

La ebriedad ritual somos en esencia, pues en esencia no solo somos inteligencia, ni raciocinio, también somos emociones, trabajo y espiritualidad. La ebriedad ritual fue remplazada por la ebriedad capitalista, la bebida destilada no la impusieron sobre la bebida fermentada, nos introdujeron el Whisky no lo cambiaron por la chicha y el guarapo.

Desde la colonia nos cuestionaron nuestro vestido, nuestra lengua, nuestra forma de relacionarnos con el mundo y condenaron la chicha como bebida del demonio, le atribuían propiedades malditas y como vicio de la ralea pueblerina. Abría que acabarla empezando por las chicherías, empezando por los cultivos e introduciéndonos el licor extranjero y su cultura con el, nos colonizaron con la ebriedad capitalista.

Pero la chicha es memoria de la ebriedad ritual, por que nos recuerda que venimos de la naturaleza, nos recuerda que al consumirla recordamos nuestro origen, nos recuerda que bebemos y vivimos, del Maíz, de la Quinua, de la Yuca, de la Arracacha.

La chicha nos recuerda que la naturaleza son relaciones de la energía, los seres humanos somos relaciones, somos tejidos entre humanos, entonces la chicha nos embriaga, nos alimenta y nos satisface, es nuestra bebida, por tanto nuestra ebriedad.

De tal manera que renuncio a la ebriedad capitalista, a la ebriedad sin sentido, a la ebriedad del odio y la imposición de la muerte sobre la vida, para proponer recuperar la ebriedad ritual.

Propongamos la metodología del tomar y dialogar, escuchando lo que el otro o la otra tenga que decir, realmente escuchar y no con el afán de imponerme, reconozcámonos en la diferencia embriaguémonos, brindemos, conspiremos las tácticas de la utopía, con la totuma, con el trago, pero con respeto de que la bebida es la excusa y lo importante es la relación.

Propongamos tomar chicha,  guarapo o chirrinchi sembrando nuestras plantas  para fabricarla nosotros mismos, cuando este lista la bebida hacer un festejo e invitar a nuestra comunidad para bailar toda la noche felices y al otro día dormir el guayabo y el cansancio.

Que en la dura jornada, no tomemos hidratantes artificiales, tomemos chicha o guarapo,  por que las dos alimentan mucho, de tal forma que si nuestros hijos juegan a trabajar, o trabajan jugando no nos de pena como Padres brindarles un sorbo de chicha, por que jugaron, por que trabajaron son dignos de ella.

Proponemos la ebriedad ritual que es del alimento y del conocimiento, la ebriedad con sentido, la ebriedad del compartir con el otro o la otra, de la sonrisa de la vida. Condenando la ebriedad capitalista que es la misma de la muerte.
    LEON

Carta de un educador desempleado al País

¡Por los bigotes de Pancho Villa!, no pensé que la realidad fuese tan aplastante. Mas allá de cualquier tipificación o rotulo que utilice la típica “clasificadera” de quien no hace nada por la vida, ni por él, ni por nadie, la labor docente es primero una arremetida directa con la realidad de este país, que ataca con un sol inclemente, lluvias y aguaceros, como también vientos fuertes que nos dejan las mejillas quemadas.

¿Usted se imagina la desesperación de unos o unas 1000 (por poner un número) licenciados y licenciadas todos los días a las 4 de la tarde, revisando la pagina de la secretaria de educación para postularse a alguna vacante de 1, 2 meses, o 1 año?, esperando, esperando como el abuelo que juega al chance todos los días a ver si por fin cambia la situación.

Que triste eso, pues tantos años estudiando para dejar la suerte a la ruleta rusa del programita ese, que es como nuestro gran hermano. De que compita usted con 400 personas más por una vacante, en cualquier lugar, no importa donde, pero que salga. Sin embargo la respuesta de todos los días es la misma,  no, no, no,  es como para tirarse de un quinto piso, pero mierda ya están haciendo fila y preciso repartieron todas las fichas le toca “venir mañana”.

Bueno, el concurso docente sale más o menos, cada vez que se les da la gana y sirve para colocar profesores de planta, otro sorteo de cuya reputación no quisiera referirme.  Y así, se nos pasa la vida a no se cuantos profesores y profesoras todos los días, enviando hojas de vida al instituto “Garage High School”, a muchas instituciones privadas donde le dicen, cómo hablar, cómo vestirse, qué se puede o no decir como pensar, pues la mayoría de estos colegios son católicos o algún “negocio de familia”, con horarios casi inaguantables, para un sueldo casi miserable.  O esperando por allá, que algún amigo que se dedica a la vida de las ONG´S le bote un contratico, le deje dictar unos talleres, o cualquier cosita.

Como si fuera poco, la Oligarquía bota su perlita y entonces lanza su convocatoria lumpen para gestores, para disminuir la “pobreza extrema” (ósea no sea tan pobre, solo sea pobre), con metas como de 160 familias por mes, pues uno es arriero pero tampoco. En las peores condiciones, con un salario indigno, para la cantidad de trabajo y además de todo: haciendo todo un trabajo ideológico para perpetuar el asistencialismo y por supuesto generar más miseria. ¿Eso es prosperidad para todos?, pues no lo es, ni para las familias, ni para el gestor,  que se moleste el neoliberalismo pero eso es cierto.

Después de todo esto digamos que usted o ya esta entregado a esta sociedad convertido en todo un títere o esta apunto de suicidarse o entregarse al hampa, en fin, en una situación limite.

Cuando por fin: “Felicidades ha sido seleccionado para ocupar la vacante”. Entonces aparece la segunda característica de la labor: se trata de la biopolitica del sujeto docente. Es decir, que tanto el colegio o escuela, currículo, actividades extracurriculares, almuerzo, refrigerio, ubicación del colegio, uniformes, afiches, pintura de las paredes, clima, y absolutamente todo está diseñado de tal forma, que usted como docente sea un reproductor y recreador del sistema Social, usted no es más que quien diseña y perfila día tras día el capitalismo en un aula de clase.

Pero como usted pasó por una universidad publica o privada, usted vio o alguien le habló del marxismo o de la izquierda o del feminismo, la lucha de clases, algo quedó alojado allí, en su cabeza, pues usted viene convencido, siendo todo un rebelde del orden social y entonces construye un plan de estudios alternativo, modela distinto su salón de clase, trae una propuesta política e ideológica fundamentada en la praxis y en el diálogo de saberes, ha descubierto y develado los currículos ocultos, en fin.

Todo eso cae cuando todo está sujeto a unos lineamientos curriculares, cuando el coordinador le entrega su carga académica y las obligaciones extracurriculares. Pues bueno, es posible dice el maestro con la energía en sus ojos, pero la verdad es que la cotidianidad es aplastante, es un monstruo gigante que lo atrapa, entonces el rostro cambia, las ojeras aparecen y los gritos remplazan la palabra dulce que el maestro algún día proclamó.

Bueno, esto es un caso genérico y hasta aislado, hasta tomado de alguna historia ficticia. La verdad estoy siendo abusivo, con los miles de docentes de este país, incluyéndome, por que estoy seguro que cada persona es una historia distinta, una subjetividad distinta, un mundo que contar. Solo quiero ilustrar la situación docente y es que la dominación y la presión ejercida desde el poder hacia el docente, habla cuando encontramos clínicas llenas de docentes, enfermos de todo. Pero al fin y al cabo entendamos que terminaremos locos…aunque locos debimos estar al meternos en tan dificultosa tarea.

Es que cuando iniciamos nuestros estudios de pregrado guardábamos la esperanza de cambiar el mundo, desde la pedagogía y las acciones cargadas de futuro. Pero nunca nos preguntamos ¿como realizar aquella hazaña desde un lugar y función de las más opresoras como lo es el ser docente?

Parecemos de esos niños que para proteger gente, quieren ser policías, grave error, un asunto ilógico, una inconsistencia de la razón es pensar eso, mejor dicho un policía no protege ni la gente ni la vida, bueno en fin.

No entendimos entonces la función histórica de 520 años que ha tenido el cura, el abogado, el profesor y el carnicero. Necesitan matar al indio, espiritualmente, legalmente, ideológicamente y de hambre.

Es decir, quisimos asumir un lugar de poder en la estructura social para incidir y desde la pedagogía cambiar el mundo, pero nos dimos cuenta que llegamos a ese lugar de poder y la escuela nos cambió a nosotros, quiero preguntar por el destino de tantos porros, de tantas cervezas, de tantos libros, de tantos cabellos y de tantas mochilas, se perdieron en el San Alejo de las épocas locas universitarias.

Pero entonces la cuestión docente es bastante compleja,  pues por un lado es un foco de desempleo altísimo y hasta paradójico en un estado social de derecho, y segundo toda una maquinaria ideológica al servicio del capitalismo, que resulta en el aniquilamiento cultural e ideológico de muchísimas culturas indígenas y afrodescendientes de nuestro País, la perpetuación de una moral católica y goda a ultranza, con regla y cartilla nacho, un concepto de ciencia bastante atrasado porque esa ciencia que enseñamos da vergüenza (y muchos dicen: "nosotros los occidentales") Es como una sopa. Si,  una sopa en la cual tenemos que matarnos en la competencia, para finalmente llegar a “echar” “basura” a las cabezas, cuerpos y espíritus de millones de seres humanos en nuestros País.

Finalmente este desencuentro del ser docente en estas condiciones, nos lleva a un tercera característica: la Esperanza, pues no se dejen  llevar por mi fatalismo, es que hay cosas que me indignan mucho y me hacen hablar solo desde el corazón.

La esperanza se encuentra en esos docentes defectuosos, que salen de la producción en línea de las universidades, esos “díscolos” y “díscolas”, inquietos e inquietas, autodidactas, locos por la vida, locos por el amor, locos por transformar la realidad a como de lugar con la paciencia de los sabios.

Esos son mis panas, mis llaverías, mis docentes amigos que sé, que desde sus lugares, sus territorios, entregan su vida a la enseñanza del territorio, de la humanidad, de la naturaleza, de la ciencia, del cuidado de las palabras bonitas, a la enseñanza de la otredad, de la política, de la ideología y de nuestra propia cultura.

El asunto económico de los educadores, pues es el mismo asunto del resto de profesionales del país, indigno, apenante, que debe tomarse con seriedad, por el grueso de la población y decidir sobre los que deciden.

Pero estoy seguro que aún en el antro de la reproducción social, más destacado, se cuela la esperanza de quien encuentra líneas de fuga, para detonar un pensamiento propio y distinto. Entonces su biopolítica, no tendrá sentido porque gobernará la política de la vida, (no la del estado distrital, esa sigue siendo colonial), quiero decir una pedagogía que tenga que ver con una mirada del mundo construida desde nosotros mismos. 

Así,  tal cual lo hacen nuestras gentes, con paciencia, día a día, caminando, saludando a cuanto paisano, comiendo bien, tomando bien, queriendo bien, así lo haremos si “echamos”, pa`dentro de nosotros mismos y constatamos que no existe orden social que pueda condicionarnos tanto para matar la esperanza.

Así, de pequeñas acciones honestas y repletas, casi empalagosas de amor, la pedagogía puede ser un arte y una ciencia o una forma de vida de todo ser humano, nuestra labor se alejará del brutal carnicero y entonces mejor, como buenos profesores, les enseñaremos que la carne no se necesita mucho, les enseñaremos a sembrar la tierra.

Le diremos al cura que deje pensar, que deje amar a todo el mundo como quiera, que deje decidir a la mujer, que si quiere, quiera y se case, pero que por favor no violente más desde el dogma, que utilice su capacidad de teólogo y hermeneuta, para descifrar como veían el mundo los mas abuelos de los abuelos cuando contemplaban la naturaleza.

Y al abogado que piense una nueva forma de gobierno, mejor que diseñe un mundo donde quepamos todos y todas, felices, sin hambre, sin tanto dolor, y ahí si que por los bigotes e ideas de Villa y Zapata un mundo para todos todos.

                                                                                León.


Entre usted y yo.

Usted tiene una historia de tinieblas con la cual se regocija

Yo camino a la esencia de mi corazón y comprendo  a mis fantasmas

Usted quiere conquistar el mundo, para avasallarlo, para escupirle

Yo soy gobierno aunque me cueste romper mis cadenas

Usted es un  excelente estratega para hacer daño

Yo soy un torpe e ingenuo cuando quiero ser honesto

Usted todo y a todos los compra con el dinero

Yo no tengo ni para los buses y la gente ni me determina

Usted es una figura pública, la gente lo admira y lo adula

Yo soy un desconocido incluso para mi hijo

Usted carga tanto odio que sus facciones sugestionan

Yo aún despierto con el canto de las aves en mi cuarto

Usted intenta limpiarse con un blanco que de por si ya es sucio

Yo no me ensucio, yo cuido en exceso el Agua y me unto de la tierra que trabajo

Usted dicta clases, pero nunca será un maestro

Yo ando vaciando la caneca en la que este modelo convirtió mi mente

Usted me tiene miedo

Yo, yo ya no me temo.

                                                                      León